Tarde I
pasan los autos
me voy con ellos mirando
a través del parabrisas trasero
cruzo los brazos sobre la luneta y espero
con las rodillas heladas presionando la cuerina
la aparición de una patente extranjera
Tarde II
"ya nadie perdona una deuda, Dios te va a ayudar"
me dice la encargada de la limpieza
podés llorar y putear en voz alta
cuando falta el jefe
y eso no está tan mal
pero ya no quisiera pasar un día más
en esta oficina
y vos que te olvidás de dejarme palabras
y cosas
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3 comentarios:
Querida, tanto time.
La leo y se me cae un lagrimón.
Espero que no sea necesario que llores aunque falte el jefe.
Espero básicamente, que estés bien.
Hermosos tus poemas Anitis, me encantó escucharlos!
qué lindo este último aniten!!
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